Voy a ignorar
esa estrella:
ignorar su
brillo, su lejanía,
la ayuda que
presta al viajero perdido,
los sueños que
guarda
de quien le
pide un deseo.
Voy a ignorar
a la luna:
ignorar su
resplandor, su belleza,
el futuro que
alberga para el hombre,
las mareas que
domina,
los
movimientos que controla.
Voy a ignorar
ese viento:
ignorar su
frescor, su aroma,
los susurros
que arrastra cadencioso,
las hojas que
levanta,
los cambios
que produce, imperceptible.
Ignoraré todo
el mundo circundante:
todo lo que me
traiga tu recuerdo,
todo lo que
aflija a mi alma castigada,
todo lo que no
sea tu presencia.
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