domingo, 30 de diciembre de 2018

*Llega la siesta


Llega la tarde,
llega la siesta.

El cansancio me acuna dulcemente
mientras yo atiendo otras tareas.
Pero no lucho.
Me dejo llevar a ratos
por un sopor ligero y breve
que me hace relajar las manos y soltar mi lectura.
No lucho,
al contrario,
me dejo llevar por la calma templada y suave
que envuelve mi tiempo de sosiego.

Hasta que, al fin, dejo caer los pesados párpados
y me encierro en la imposible oscuridad
de una tarde que aún no ha caído.
Y me abandono,
oyendo solo lo que quiero oír,
sin prisas por volver al mundo de las verdades,
y a unas letras de ficción.
O quizás sea al revés. 

Pero no lucho.
Prefiero dejarme llevar por el dulce sueño
que hace trascender mi limitado cuerpo.
Y en el duermevela pausado que embriaga mi reposo
dejo volar las palabras de mi interior
que, con serenidad y sintonía, aterrizarán más tarde
en algún espacio
deseoso de poesía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Cuéntame qué te ha parecido!

Mi salamandra más especial

Mi salamandra más especial

¡Comenta desde aquí con otros miembros!

Advertencia legal

Todos los textos están depositados en el Registro General de la Propiedad Intelectual. Los relatos bajo el epígrafe M-007008/2014 y los poemas bajo M-007030/2014.