Ni entrega,
ni cariño,
ni besos al despertar.
Ni compañía en noches de lluvia,
ni fiestas por celebrar.
Ni regalos,
ni abrazos,
ni sorpresas en navidad.
Ni apoyo en los días duros,
ni pareja para bailar.
Sólo besos y miradas,
ropas revueltas y pasión,
encuentros furtivos,
arrebatos,
saliva y sudor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuéntame qué te ha parecido!