¡Pon algo de
música,
y apaga la luz!
Que nos
ilumine apenas la farola de la calle.
¡Cógeme por las
caderas,
mueve las manos despacio por ellas
y balancéate suave conmigo,
mueve las manos despacio por ellas
y balancéate suave conmigo,
a un lado y a
otro,
delante y
detrás!
Bailemos juntos,
dejando que
solo nos sacuda la música.
Ni la
penumbra,
ni el ruido del mundo,
ni la
realidad.
Acércate,
sigue el ritmo,
y que nos guíe la sensualidad de las notas,
a un lado y a otro,
y que nos guíe la sensualidad de las notas,
a un lado y a otro,
delante y
detrás.
Con dulzura,
pero firmes,
que nuestros
pasos se busquen
en las
estrofas
mientras las
bocas se encuentran
en los
estribillos.
Y enganchados por el deseo
Y enganchados por el deseo
de avanzar
hasta el final de la melodía
dejémonos
llevar
hasta que las
últimas notas se agoten
y nuestros cuerpos
con ellas.
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