Escucho
el ruido
los gritos y las voces
y no los entiendo,
no los soporto,
no los quiero.
Hasta que de repente
llegan los silencios,
los de los rostros mudos que lloran,
los de los que callan reflexivos,
los de los que se ocultan introspectivos
y no los comprendo
los gritos y las voces
y no los entiendo,
no los soporto,
no los quiero.
Hasta que de repente
llegan los silencios,
los de los rostros mudos que lloran,
los de los que callan reflexivos,
los de los que se ocultan introspectivos
y no los comprendo
no los
soporto
tampoco los quiero.
tampoco los quiero.
Y
prefiero los gritos,
las
quejas al cielo,
las
voces en el vacío,
las
lágrimas sonoras,
los
lamentos compartidos
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