* La intimidad

A veces, la intimidad,
tan secreta,  tan oculta,
se filtra por las palabras.
Se cuelan los momentos tiernos

entre adjetivos y preposiciones.
La dulzura y el calor de labios
que se hablan muy de cerca,
se van deslizando suavemente
hacia los versos
y los empapan.

Muy  despacio,

esa intimidad solo nuestra,
se derrama entre líneas y
corren en un goteo incesante
los susurros y los suspiros
descubriéndose ante todos desnuda.

Esa intimidad que nos somete,
nos desborda y nos deja desamparados,
abandonados donde más duele:
uno frente al otro,
uno junto al otro,
y convierte las palabras en silencios,
los instantes en recuerdos
y los segundos en poemas
para siempre.