Te sientas hablando de todo y nada
mientras acaricias las puntas de mi pelo
y no soy capaz de entender lo que significan tus palabras
aunque tengo claro lo que dices.
Me cuentas las noticias del día
a la vez que tus dedos desenredan mis mechones
y nada me interesa lo bastante
aunque comparto todas tus preocupaciones.
Juegan tus manos con mi pelo,
pasean indolentes,
como si no supieran cuánto embrujan mis pensamientos,
debilitando mis intenciones y
mis opciones.
Siento tus manos en mi pelo y las horas pasan cálidas y dulces,
aislándome de las tormentas y las nieves,
formando una bóveda de fantasía a la que no llega la vida.
¡Deja tus manos saltar por mi pelo!
¡Suelta tus manos a cabalgar por mi pelo!
¡Cubre mi pelo con tus manos y piérdete en mí!
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