yo cemento.
Trabajar juntos era emocionante.
Colaborar nos hacía sentir importantes.
Él traía ladrillos,
yo cemento.
Cada uno aportaba lo que tenía.
Las horas iban pasando con alegría.
Él traía ladrillos,
yo cemento.
Todo lo que pudimos fuimos juntando.
Nuestra obra, perfecta estaba resultando.
Él traía ladrillos,
yo cemento.
Construimos felices nuestro propio destino.
Un día, un muro nos dejó separados en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuéntame qué te ha parecido!