¿Donde
está el acogedor calor del invierno a resguardo,
el
dulce abrigo que producía el hogar encendido?
¿Por
dónde han huido los días templados de bizcocho y chocolate?
¿Qué
fue de aquellos rincones revestidos de alfombras y pieles,
de
las suaves voces crepitando amables historias embriagadoras?
¿Por
qué escaparon el consuelo y los abrazos,
los
momentos felices de risas en compañía?
¿Dónde
se esconden las grandes alegrías y las penas compartidas?
¿Cómo
encontrar hoy esos minutos infinitos de sueños dulces,
o
las ilusiones acurrucadas entre mantas?
¿Cuándo
se agotaron las buenas intenciones,
las
negociaciones agazapadas entre besos húmedos?
¿Quién
abrió la ventana dejando entrar el frío aguijoneador?
¿Acaso
durará esta estación mucho más que las otras,
o
aguantará el corazón, hibernando, hasta que vuelva el calor?
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