apriétame
fuerte hasta dejarme sin aliento,
sujétame con
energía para que nunca escape,
enrédame en un
abrazo del que no pueda salir.
Átame a tu corazón con una suave cadena irrompible,
líame a tu
persona con un firme hilo de acero,
aprisióname
entre altas paredes inescrutables,
envuélveme en piel
caliente con la que consiga sentir.
Ahógame con apasionados gemidos y besos invencibles,
recógeme en
tus manos sin que caiga entre los dedos,
abárcame de
norte a sur, de mis montañas a mis valles,
limítame
solamente a tu cuerpo y déjame en él morir.
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