quizás en la
cima de una montaña
donde el sol
lo haga brillar,
quizás en la
cabina de un faro
donde alumbre
a los marineros perdidos,
o quizás en lo
profundo de la tierra
para que nunca
se pueda escapar.
Pienso dónde
poner tu beso…
quizás lo
cuelgue en el horizonte
donde a todo
el que mire haga soñar,
quizás lo haré
surcar los mares
para que
visite las esquinas del mundo
o quizás en el
altar mayor de una catedral
para que
cualquiera lo pueda adorar.
Pienso dónde
poner tu beso…
y creo que mejor
lo voy a esconder.
Lo dejaré
oculto a todos,
lo guardaré
bajo llave
y cuando
llegue la noche
lo llevaré
hasta mi cama,
y dejaré que
recorra mi cuerpo,
que navegue
suave por mi piel
hasta que
atraque en mi boca.
Porque allí
pondré tu beso
entre mi lengua
y mis labios,
al calor de un
deseo que pide más,
a resguardo de
un invierno
que lo enfríe
y lo estropee.
Incubaré tu
beso en mi boca
esperando que
se multiplique
y que ocupe
mis rincones sin reserva.
Pondré tu beso
en mi boca
hasta que
quieras darme más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuéntame qué te ha parecido!