lunes, 15 de agosto de 2016

* A la vuelta de la esquina


¡Cuánto he estado encerrada en esta noche
a la que llegué por error
y a la que amé consternada,
abandonada a mi suerte y a mis miedos!

¡Cuánto intentando no ver,
escondida en lo negro y lo denso,
al abrigo de una oscuridad acogedora,
intentando llegar al fondo,
rebuscando unos sentimientos hundidos
en lo profundo de este pozo
amargo y adorado,
del que no pretendía salir!

Mis deseos fueron no más las tinieblas,
la amable confusión de la incertidumbre,
el gozo con la desazón y el sufrimiento
y nada más que lo oscuro y el dolor.

Pero he vuelto la esquina y allí estaba.
El nuevo día no ha podido esperar más,
no ha querido esperar más,
no ha sabido esperarme a mí,
y mi desesperación y mi angustia
han huido de la luz.

El amanecer ha trastocado mis ansias de penar
y me ha forzado a liberarme
revolviendo mi congoja y mi desconsuelo;
y sólo he podido respirar….
….abrir los ojos y luchar.

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