Hoy
desperté y tocaban a difuntos,
…a
muerto.
Esta
mañana tañían las campanas
con
luto y pena.
“Dong….dong…dong…”
En la
lejanía el eco de un sonido triste y lento,
después
el silencio,
y
luego otro,
otro
toque,
angustioso
y agónico.
Hoy me
despertaron los lamentos desde el campanario,
notas
de un pasado fúnebre y vacío.
Esta
mañana tocaban a muerto.
Esta
mañana
tu ya
no estabas en la cama.
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