* Mi definición

No quiero ser el ancla
a la que a otros se amarren,
ni tampoco el saco
que a otros lastre.

No soy el faro de nadie
ni una estrella en la noche.

No sirvo de piedra angular
donde colocar cimientos,
ni tampoco soy buena base
donde asentar nada.

No pretendo sentar cátedra
ni dejar pensamientos en herencia.

No puedo servir de ejemplo
a quien necesite una guía
ni dirigir las voces de un coro
para que canten al unísono.

No quiero ser ídolo ni modelo,
ni luz al final del túnel.

Solo soy una persona equivocada,
un humano que yerra a cada paso,
un ser proclive a los errores,
uno más con penas y temores.

La viva imagen de la duda permanente,
el contenedor de los interrogantes eternos.

Sólo siento pena de mis certezas,
tristeza por todo lo que no consigo,
ansiedad cuando el día se acaba
y envidia de aquello por lo que jamás luché.

Esta es mi definición:
esquema de un proyecto inacabado,
fantasma de algo que nunca existió.