lunes, 27 de noviembre de 2017

* Venecia


Un velo de agua cubre todas las fachadas
mientras en el silencio de la tarde oscura
se deslizan suaves entre canales
todas las miradas del mundo.

Tras las gotas se descubren balcones y puertas,
calles que no lo son
y el mar que aún no lo puede todo.

Tras la lluvia se revela toda la belleza,
todo el hechizo y el encanto de la piedra vieja.
Se abren mil bocas al paso de tus puentes,
de tus tejados,
…y ese olor.

Eres toda aroma,
a sal húmeda,
a milenaria,
a tristeza.
Toda melancolía,

Querría tener mas ojos,
más oídos,
más boca,
más dedos,
más cuerpo
para recibir de pleno, de lleno, de golpe
todas tus emociones,
todo el sentimiento que desprendes.

¡Oh, Venecia!
Quisiera gritar,
quedarme en silencio,
y, de pronto,
deshacerme
y quedarme en ti.


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