Empapada,
al
resguardo del vapor y el calor,
escondida
bajo una lluvia de rutina,
derramando
desalientos e insatisfacciones,
dejando
correr el agua sucia.
Empapada,
al
amparo de un goteo suave,
oculta
tras la cortina de lo cotidiano,
disimulando
la impotencia y la aflicción,
arrancando
la costra de la piel.
Empapada
de desazón
y tristeza,
de
cargas y desconsuelos,
de
incongruencias y sinsentidos,
de
apariencias y artificios.
Y
aunque estas aguas no se lleven las dudas,
ni limpien
del todo la culpa anquilosada,
ni me
presenten purificada ante el mundo.
seguiré
bajo esta ducha de emociones
eternamente.
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