sumergida,
recibiendo
estímulos que rebotan
de un mundo
ajeno;
sintiendo como
el cuerpo pierde
su capacidad
de sentir,
dejándote
avanzar entre los dedos
de mis manos
de mis pies.
Abandonada a
tu vaivén amortiguado
que me acuna,
oyendo sólo mi
interior,
tu interior.
Y abro los
ojos y el azul
Despacio en ti,
sumergida,
te permito
hacer,
no te limito,
no te impongo.
En ti
flotando,
mecida por tu
densidad,
abrigada en tu
calor,
envuelta en tu
humedad
como lanzada a
un mar tranquilo.
Me adormece el
balanceo
y sueño
que estoy en
ti,
sumergida.
Para siempre
en ti.
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