y ,de repente,
la tormenta.
Descubro la intensidad de tus ojos
en acordes olvidados
y se desata una tempestad incontrolable
en los míos.
Y, mientras,
voy sintiendo tu pelo
abandonarse en mi frente,
acomodándose en un pasado traicionero,
en un falso presente.
Baja el dorso de tu mano fría por mi cara,
me miran tus ojos de mentira y muerte
y el temporal arremete contra lo instaurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuéntame qué te ha parecido!