* La puerta
Abriste la puerta y no había nada, nada que delatara que estaba yo. Crecía la hierba verde y brillaba el sol, corrían los animales, volaban las mariposas, pero no estaba yo y cerraste la puerta. Oías pasos y palmadas, notabas hablar y reír. Abriste la puerta de nuevo y no había nada. Caía la lluvia y estallaban truenos, cubrían las nubes la ciudad, la gente se ponía a cobijo, pero no estaba yo y cerraste la puerta. Escuchaste poemas y canciones, sentiste latidos y suspiros. Abriste la puerta y no había nada, nada de eso, porque ya sólo estaba yo. Inundaba la luz la estancia, embriagaba la música el aire y el amor cubría mi corazón. Cruzaste el umbral en silencio...y cerraste la puerta tras de ti.
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