Cuando se
queden las palabras flotando,
perdidas,
perdidas,
convertidas en
vibraciones,
en ondas sonoras desperdigadas por el aire,
alguien las encontrará
y querrá quedárselas.
Pero cuando vuelvan a unirse
lo harán a lo loco:
sin querer decir para lo que fueron dichas,
sin saber decirlo.
Y las letras compondrán mensajes equívocos,
que llegarán a receptores equivocados,
con intenciones confusas.
Cuando las vibraciones de las palabras queden libres,
en ondas sonoras desperdigadas por el aire,
alguien las encontrará
y querrá quedárselas.
Pero cuando vuelvan a unirse
lo harán a lo loco:
sin querer decir para lo que fueron dichas,
sin saber decirlo.
Y las letras compondrán mensajes equívocos,
que llegarán a receptores equivocados,
con intenciones confusas.
Cuando las vibraciones de las palabras queden libres,
sueltas,
corred para que no os alcancen,
corred para que no os alcancen,
tapad vuestros
oídos con las manos
y no dejéis que se os acerquen.
¡Temed las palabras en el viento!
¡Temed el eco de lo que otros dicen!
y no dejéis que se os acerquen.
¡Temed las palabras en el viento!
¡Temed el eco de lo que otros dicen!
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