Sólo un nombre
e imagino…
mientras se
acumulan deseos oscuros,
insatisfacciones
y delirios.
Un nombre al
que no invoco
que se fuga y
regresa
aunque, aún
huido, permanece.
Sólo un nombre
y el abismo…
mientras se
atesoran apetitos desmedidos,
y un exacerbado
interés en lo yermo.
Un nombre que
no pronuncio
y se diluye en
las comisuras
porque, aún
mío, no me pertenece.
Solo un nombre
y un volcán…
mientras se
agolpan imágenes carnales,
estampas
lujuriosas y lascivas.
Un nombre que
no es de nadie
henchido de un
hambre que no se sacia
y que sin
embargo, en mi interior crece.
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