Soñé que te querría
con arrullos y canciones,
con tiernos adjetivos y dulces besos;
que quererte sería grandioso como una oda
y solemne como un soneto.
con entrega y sin desánimo,
con permanente alegría y cuidadosos versos;
que quererte sería liviano como el aire
e impetuoso como el viento.
Pero te quiero con himnos,
con gritos y exaltaciones,
con desorbitados superlativos,
con hipérboles y epítetos.
Y aspiro a quererte siempre
sin que la intensidad me agote,
con rabia incontenida y febril vehemencia;
quererte para siempre,
hasta los límites,
con desbocado arrojo
y apasionada violencia.
Pues te quiero con una dicha encadenada
para siempre esclava y sometida;
y lo único que sé es que quererte
ha escapado a mi control.
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